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La precarización como política de Estado

por Revista Cítrica
Fotos: Hernán Mondino
14 de octubre de 2025

Los brigadistas precarizados y con salarios bajos mantienen firmes sus demandas, pero no hay respuesta oficial. El Gobierno Nacional ya anunció que dará solo un 3% de lo que corresponde por ley para fondos de prevención y manejo del fuego. La amenaza latente de incendios en Parques Nacionales.

Por Hernán Mondino

La próxima temporada de incendios en Patagonia va a ser compleja. Lo saben las autoridades y también los vecinos. El invierno sin lluvias ni nieve y la probabilidad pronosticada de temperaturas mayores a las normales en los próximos tres meses, sumado a factores del cambio climático como las olas de calor, más viento o la frecuencia de las tormentas eléctricas en la región, van a configurar un escenario por demás difícil.

Los incendios no tienen una sola causa, son muchas: hay invasión de plantas exóticas y desmanejo de plantaciones, aumento de la frontera agropecuaria y deforestación, especulación inmobiliaria, falta de planificación urbana y falta de prevención. Las políticas de desfinanciamiento y vaciamiento en ciencia, conservación y sistemas de respuestas a las emergencias empeoran la situación, e incluso las políticas sesgadas, como el paso del Servicio Nacional de Manejo del Fuego a Seguridad. En ese contexto, no hay que naturalizar ni soslayar las malas condiciones de las y los trabajadores que vamos a asumir las tareas esta temporada.

Las respuestas necesarias en este escenario no pasan solo por volcar innumerables recursos tardíamente con la emergencia declarada, ni de anuncios grandilocuentes que se caracterizan más por el shows mediáticos que por las soluciones concretas, y mucho menos de chivos expiatorios para distraer y ocultar las responsabilidades del poder político. Hacen falta políticas estructurales que tengan en primer lugar a las y los trabajadores.

La acepción de héroes, que de algún modo expresa el reconocimiento sincero de la sociedad, a una actividad que se caracteriza por esfuerzos y sacrificios, es reconfortante. Pero, esta caracterización en las declaraciones de las autoridades es hipocresía. Solo basta preguntarse ¿A cuántos héroes más van a echar?

La realidad es que los y las brigadistas somos trabajadores que carecemos de estabilidad laboral. Ningún brigadista del ámbito nacional forma parte de la planta permanente del Estado, y hoy solo contamos con contratos de tres meses, que en realidad es la condición precaria que valida la posibilidad de cualquier despido injustificado y sin indemnización.

En 2024 éramos 430 combatientes para los esperados días de fuego y hoy estamos en el orden de 360. En lo que va del mes, hubo siete despidos, mayormente de parques del norte del país, donde la precarización se acentúa y los “patrones de estancia” abundan, vulnerando los derechos fundamentales de las y los trabajadores.  

Los salarios en la zona centro del país rondan los 560 mil pesos y en la  Patagonia los 850 mil, siendo de las remuneraciones peor pagas de la actividad, transformádose por un lado en una herramienta de expulsión de trabajadoras y trabajadores y, por el otro, en una imposición del pluriempleo para complementar el salario de quienes deciden seguir poniendo el cuerpo. ¿Quién puede planificar su vida en estas condiciones? Ni la prevención, ni el combate de los incendios pueden llevarse adelante en este contexto.

Seguimos planteando lo que nos deben, lo esencial, el reconocimiento profesional y salarial, de esta actividad. Necesitamos estabilidad laboral y un salario digno.

**brigadista, delegado del Parque Nacional Los Alerces integrante de la coordinación nacional de Ate en Parques Nacionales.