Alberto y el medio ambiente: "Un anuncio necesario pero insuficiente"

El anuncio realizado por el presidente Alberto Fernández y el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, comprendió aspectos que creemos que son necesarios, pero que, a la luz de la crisis socioambiental que padece la Argentina, resultan muy insuficientes.

Cabe remarcar que hay temas para destacar, como el de la presencia del sector que representa a lo socio ambiental, como los cartoneros, los brigadistas que trabajan en los incendios, y los movimientos de jóvenes. Representan un reconocimiento a la totalidad del sector ambiental de la Argentina, que está compuesto por organizaciones locales, por asambleas, por comunidades, es decir que hay un mundo importante, y tuvo una presencia en el acto que fue destacable. 

Desde FARN creemos que la ley de Educación Ambiental es un elemento necesario porque tiene que ver con el entendimiento, con la comprensión, con la concientización, pero -a la vez- entendemos que debería comprender a un público mucho más amplio, más urgente y más necesario, en cuanto a entender los temas ambientales que son los que hoy -precisamente- toman las decisiones. Esto involucra tanto al sector público como al sector privado. Todas estas decisiones que se toman afectan a las generaciones a las que van destinadas las normativas de la educación ambiental, las generaciones presentes y también las futuras. 

Con respecto a la política de erradicación de basurales entendemos que es una buena intención, pero apenas se trata de un eslabón de la cadena de gestión integral de residuos sólidos urbanos. Ésta está compuesta desde lo que es la minimizacion de los residuos, el reciclaje, la reutilización, y todos los demás aspectos que tienen que ver con una gestión que va mucho más allá. Las políticas de erradicación de basurales no son tan fáciles de llevar adelante. Esto lo demuestra claramente la situación existente en la Cuenca Matanza Riachuelo, donde ya existe una orden de la Corte Suprema de Justicia desde hace más de 10 años, para llevar adelante la erradicación de basurales a cielo abierto, y no se han logrado grandes resultados. En este sentido, resulta importante tener un pronunciamiento en referencia a dejar de lado toda medida tendiente a plantear la incineración de residuos, algo que está siendo promovido desde algunos sectores cercanos a autoridades locales -como es el caso de la ciudad de Buenos Aires- y ante estos procesos las organizaciones ambientales deben pronunciarse tajantemente en contra. 

El de Fernández fue un mensaje insuficiente porque la agenda socio ambiental en Argentina comprende otros temas que necesitan una atención y un pronunciamiento. El primero de ellos es el que encara la agenda global, que tiene que ver con el compromiso de dar cumplimiento al Acuerdo de París, y esto no es solamente cumplir con las metas que el país tiene que establecerse, o los compromisos de atender al acuerdo, sino también con lo que son las acciones que el país lleva adelante. En este sentido nos seguimos preguntando cómo es que Argentina sigue promoviendo el subsidio a los combustibles fósiles, y una prueba de esto es que el nuevo impuesto a la riqueza -que se piensa tratar en la Cámara de Diputados- establece que el 25% del total de lo recaudado, equivalente a 75 mil millones de pesos, va a estar destinado a subsidiar el gas. 

Por supuesto que la agenda ambiental también reclama un apoyo muy directo a lo que es la sanción y la implementación de la Ley de Humedales, habida cuenta la situación crítica que atraviesan los humedales en Argentina, y todos los otros incendios que hemos tenido en este tiempo. En este sentido, se necesita contar con una normativa, y que el Poder Ejecutivo la respalde. Además, también se deberá solicitar a las provincias, que se tomen las medidas políticas y judiciales necesarias para detener los desmontes ilegales que existen en los territorios, y hacer cumplir la ley 26331, de protección del bosque nativo. Actualmente, desde algunos lugares, se plantea reformar la ley. Y desde FARN exhortamos a hacer cumplir la ley, porque tiene todos los instrumentos necesarios para ello. 

También creemos que va llegando la hora de contar con una reforma en el Código Penal que incorpore los delitos contra el medio ambiente y contra las generaciones futuras. Esto es algo absolutamente necesario. Porque de lo contrario no estaría completo el círculo de protección. Es necesario que esto ocurra. De la misma forma, habrá que decirle que 'no' -rotundamente- al acuerdo que se pretende llevar adelante con la República de China, para la instalación de granjas de producción porcina en Argentina.

Finalmente, deberá existir un pronunciamiento muy claro destinado a que todas las decisiones que tienen que ver con el desarrollo cuenten con la participación sustantiva de todos los afectados. Para ello, será necesario impulsar mínimamente la sanción de dos leyes centrales: la de Evaluación del Impacto Ambiental, de la cual Argentina es uno de los pocos países de América Latina y el Caribe que no la tiene; y una ley de Ordenamiento Ambiental del Territorio. Además de esto, garantizar la ratificación pronta del Acuerdo de Escazú, que ya cuenta con media sanción del Senado. Si estos temas ingresan a la agenda ambiental -no solamente en los enunciados, sino también en las prácticas- podremos comenzar a creer que, jurarle lealtad al ambiente, va a ser un poco más que una mera declaración.